Lector de tinta furtiva


Mi familia me ha traído por Reyes un lector electrónico, sabiendo lo mucho que me gusta leer y lo que me cuesta acarrear con tantos libros en mis cada vez más espaciados viajes. El regalo no pudo ser más acertado.

Sin embargo (siempre hay peros) echo de menos un servicio de préstamo electrónico en la biblioteca pública. Sé que ya se hace en algunas de Madrid, pero aquí donde vivo no.

Desde mi lector puedo acceder a la tienda, en este caso de la Fnac. El catálogo es variopinto, no digo lo contrario, y hay libros para aburrir, pero no siempre los que busco… Además, pagar ciertas cantidades por algo tan volátil, qué queréis que os diga, de pagar que, al menos, tengas el objeto, el libro de toda la vida, ¿no?

Con eso no quiero alentar, ni mucho menos al pirateo. Detesto cualquier forma de robo, o hasta hurto, de la propiedad intelectual, quizás porque yo misma he sido unas cuantas veces víctima.

Me entero de la existencia de plataformas de lectura que ofrecen la posibilidad de leer unos 4 libros previo pago de suscripción mensual. Podría ser mi solución, pienso. Pero veo que no. Al menos las que he rastreado hasta ahora no permiten la lectura en mi dispositivo si no es conectada a la red (aun así resulta incómodo, fatigoso para la vista y poco práctico). Una pena porque me habría suscrito a 24 Symbols por sus estanterías bastante bien amuebladas.

Desde mi lector tampoco puedo acceder al amplio abanico de Kindle, así que ni siquiera puedo tener a mano mi propia novela, Un mono en la despensa.

Ídem con otras plataformas como Nubico, Tagus, etc.

Me pregunto si esas librerías virtuales se abren para vender palabras o dispositivos electrónicos…

Incluso siendo más flexibles y compatibles entre sí, lo que todas suelen ofrecer es más de lo mismo: algunas novedades; mucho clásico; mucha lectura de dudosa calidad (para mí). Espero que con esto de los libros en formato digital no nos pase como cuando abandonamos los vinilos para pasarnos a lo digital, perdiendo la mayor parte de la música. Algo como la peor profecía de Bradbury. Espero.

Mientras, seguiré rastreando hasta que abran una verdadera librería virtual en condiciones, sin incompatibilidades de soportes y sin límites.

Tu comentario

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑