Solo dime


No es queja. No es ni demanda. Te cuento lo que pasa. Lo que me pasa. Estoy sola, y eso no es novedad. (No te hablo de mi vida privada.) Te hablo de escribir, de estar sola frente a la escritura. Escribo sola. Todos estamos solos, eso ya sabemos. Pero lo que quiero decir es que no todos escriben solos. Hay quien sí. Yo, por ejemplo. Y seguramente tú también. No me refiero a estar sola ante el escritorio; podría escribir en un café donde hay gente. Es una posibilidad. Me refiero a otro tipo de soledad.

Soledad al elegir cada tontería que escribo: ¿lo escribiré o bah es tontá, y cómo? La soledad al discurrir. Soledad al decidir si lo publico aquí, si lo dejo en la libreta, si lo tacho, si rompo esa página de la libreta, si tiro la libreta al cubo. Si tiro la casa por la ventana y lo mando editar como dios manda. Pero antes, si lo corrijo como pueda, si lo envío a corregir como quien manda un traje a la tintorería, y si solo ortografía y puntuación o si también estilo, que sí, el estilo nos cojea… Y tanto dinero ¿de dónde? ¿Me lo saco de la manga o me pongo a pedir (ahora se le dice crowdfunding, pedir a lo hipster, pero pedir al fin). Si no, dejarlo todo quieto, porque no valga la pena. Si vale la pena, si valen alabanzas… Si en digital, enigmáticos metadatos. Si en papel de toda la vida. Sin olvidar la portada, las cubiertas, las páginas de cortesía, las citas, las dedicatorias, los índices, los registros, los depósitos legales. Si eso, si todo eso o si nada y dejarlo estar. Y después, ya después, si presento el libro y dónde y cómo y con qué cara. Él solo no se difunde, ya sé. Entonces por qué vías, de qué maneras, cuánto tiempo le dedico a esta tarea, ¿merecerá la pena, tú? Ah, y la sinopsis y las reseñas y las categorías. Un no parar.

No, no me digas que todos los escritores están así de solos, tanto como nosotros. Solos como tú y yo. Que algunos tienen, detrás y delante y por todos lados, un equipo editor: personas que corrigen, diseñan, maquetan, difunden, organizan, coordina y venden.

Tú, yo, nosotros, nada de eso. Todo a pelo, siempre solos.

Perfecto no sale. A veces ni sale. Se hace lo que se puede.

Por eso, no pidan peras al olmo. No me digas que lo haga de otra manera. Solo dime que aprenda a escribir mejor. De otra manera no sé. Todavía no sé.

2 respuestas a “Solo dime

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  1. Discrepo, Laura, no estás sola, o no tan sola: están quienes te leemos, sobre todo, pero también, están quienes les pasa lo mismo que a ti. Ya sé, esto último, es un consuelo pobre, pero consuelo al fin. Un abrazo.

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