Estamos viviendo una nueva era del saber, parecida a esa época que hemos llamado «Ilustración» cuando se recopilaron los conocimientos en las enciclopedias. Esta nuestra es virtual, como casi todo lo que nos acontece. Más popular y de andar por casa, no obstante nos ofrece respuestas a casi todo lo que queremos preguntar o necesitamos solucionar. Además de las wiquipedias, también me refiero a los tutoriales, esos vídeos explicativos que nos muestran cómo pelar cebollas sin lloriquear o cómo encuadernar una libreta, por citar solo dos ejemplos de las muchas incógnitas (casi infinitas) que pueden surgir en nuestro día a día y que despejaremos con solo teclear la pregunta.
Quienes tenemos la suerte de formular dudas en español obtenemos al instante una demostración (por lo general, ultramarina) escenificada con gracia, expresada con acentos multicolores que insinúan lo cerca que andamos de chapurrear el espaninglis. Esa suerte tenemos…
Tomamos nota de la explicación y hasta nos echamos unas risas. A veces nos suscribimos al canal o le damos un «like». Deberíamos aplaudir tanta generosidad, ¿no les parece? Ahí va mi plasplás.
Sin ti no soy maga 
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